jueves, 23 de febrero de 2012

MIÉRCOLES DE CENIZA: PUERTA DE LA VIDA Y DE LA ESPERANZA DEL "SI" DE DIOS


Empezamos un año más la Santa Cuaresma con la celebración del miércoles de ceniza y su imposición. “Conviértanse y crean en el Evangelio”.
Muchas son las imágenes un poco trasnochadas que tenemos de la Cuaresma. Penitencias, ayunos, oraciones, limosnas, …La mayoría oponemos carnaval, don Carnal, con la tristeza de doña cuaresma. Pienso que nada más lejos desde una verdadera comprensión de ésta.
Nos preparamos a recibir al Esposo que nos invita al banquete de Pascua de su reino. Un banquete no es tristeza. Una boda sin falsedades, no de compromiso sino de entrega, rompe moldes, se tira la casa por la ventana. La alegría se desborda.
A mí me recuerda la parábola de san Mateo de las diez vírgenes: cinco sensatas y cinco necias: El tiempo de cuaresma es preparar nuestras lámparas para ser encendidas en verdad en la noche de la Vigilia Pascual de la resurrección del Señor Jesús.
En el mensaje para la Cuaresma este año , Benedicto XVI nos dice que se “nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.
El Papa se fija en este texto bíblico «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hebreos 10,24). Es necesario que nuestro camino que nuestro encuentro con Cristo sea en verdad, en sinceridad y apertura.
Hay que encontrarse con el hermano y en el hermano el rostro de Cristo. Tres frases lapidarias:
1. “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano.
2. “Los unos en los otros”: el don de la reciprocidad.
3. “Para estímulo de la caridad y las buenas obras”: caminar juntos en la santidad.
La apertura al otro siempre nos lleva a la alegría compartida. Buen y alegre camino hacia la Pascua.